jueves, 10 de diciembre de 2009

Meditación - en todo lugar

Una vez vieron al Rabí Efraim, el hijo del Rabí Naftalí, parado en una calle de la ciudad del mercado de Kiev, [pues era un comerciante de diamantes]llorando, pues estaba meditando, hablando con el Todopoderoso pues había tenido un pensamiento de retornar hacía Él. Y decía:¿Cuál son tus ocupaciones?¿Acaso esta es la finalidad de la persona por la cuál vino a este mundo?. En ese momento se encontró con una persona de la ciudad de Breslev y esta le preguntó cuál es el motivo por el cual lloraba, [pues creía que se le había extraviado algún diamante]. El Rabí Efraim le respondió que estaba haciendo meditación. Esta persona le dijo que vaya a la sinagoga a meditar. El Rabí Efraim le respondió que aprendió de Rabenu HaKadosh z'l, que se debe meditar y hablar con el Todopoderoso, en el momento que se recibe el pensamiento de Teshuva.

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