16 - “Contó el rabí Iojanan” (Bava Batra 74a)
1. A veces interrumpir el estudio de la Torá es la manera de cumplir con ella (Menajot 99b). Pues incluso la persona que se dedica constantemente al estudio de la Torá y a la devoción religiosa no puede permanecer unida a Dios y a Su Torá de manera constante y sin interrupción; a veces debe dejar de hacerlo. A veces necesita salir para ocuparse de las cuestiones mundanas, para que las distracciones del Otro Lado no se vuelvan demasiado abrumadoras llevándola a dejar de ocuparse de la sabiduría, Dios no lo permita. Por ese motivo, es necesario que la persona suspenda a veces su estudio de Torá y sus devociones. Pero cuando llegue Mashíaj, ya no será necesario interrumpir esa unión. 2. Cuando el Tzadik está abocado a la sabiduría superior, sus ojos brillan como el sol. Ésta es la idea detrás de la frase: “Si nuestros ojos brillasen como el sol y como la luna” (Nishmat, Plegaria de la Mañana del Shabat). En otras palabras, a veces nuestros ojos brillan como el sol - es decir, cuando estamos unidos a la sabiduría. Y a veces nuestros ojos brillan como la luna -es decir, cuando dejamos de estar ocupados con la sabiduría- dado que la luna sólo brilla cuando desaparece el sol. En el futuro, los dos Mashíaj redimirán al pueblo judío del yugo de las naciones que están incluidas en las naciones de Esaú y de Ishmael, “las dos nubes que oscurecen los ojos” (Zohar III, p. 252). Entonces el Tzadik no necesitará interrumpir su unión con la sabiduría superior y se cumplirá el versículo, “La luz de la luna será como la luz del sol” (Isaías 30:26). Que sea pronto y en nuestros días. Amén.
17 - “Y sucedió cuando estaban vaciando sus bolsas” (Génesis 42:35)
1. Es imposible recibir el temor y el amor a Dios si no es por intermedio de los Tzadikim de la generación. 2. El Tzadik está constantemente buscando maneras de revelar la voluntad de Dios. Más específicamente, el Tzadik busca revelar la voluntad de Dios en la creación del mundo - es decir, la voluntad general que Lo motivó a crear el mundo como un todo. Más aún, el Tzadik también busca revelar la voluntad de Dios al crear cada tipo individual de criatura, al igual que cada detalle en cada una de esas criaturas. Pues cada cosa creada es única en su aspecto, en su fortaleza, en su naturaleza y en su comportamiento. De manera similar, con respecto a sus detalles, cada criatura también es única y absolutamente diferente de las otras criaturas en lo referente a sus diversos miembros y demás. Existe un número incontable de diferencias entre todas las clases de cosas creadas - en lo mineral, en lo vegetal, en lo animal y en lo humano. Esto también es así con respecto a cada uno de los detalles particulares de cada tipo de criatura. Todo ello es resultado de la voluntad de Dios, por el hecho de que Él deseó que una cosa fuese de una manera y que otra cosa fuese de una manera diferente. El Tzadik busca constantemente esa voluntad y la comprende y la encuentra en el orgullo y en el deleite que siente por el pueblo judío en general, en cada individuo en particular y en cada característica de cada individuo particular. Pues el mundo entero sólo fue creado debido a que Dios previó el orgullo y el deleite que Él recibiría del pueblo judío. La creación en general fue traída a la existencia debido al orgullo que Dios sentiría por el pueblo judío de manera colectiva y general; y los detalles de la creación se debieron al orgullo que Dios sentiría por cada judío en particular. De manera similar, las diferencias que existen en los detalles de cada criatura fueron creados de acuerdo al orgullo que Dios sentiría por cada judío en particular - es decir, por cada buena acción llevada a cabo por cada judío. De modo que el Tzadik busca constantemente ese orgullo y lo encuentra en el pueblo judío como grupo, como individuos y en las características particulares de cada judío. Entonces el Tzadik conoce y comprende la voluntad que Dios tuvo en la creación como un todo, al igual que Su voluntad al crear las diversas criaturas, y en todos los detalles de esas criaturas. Y cuando el Tzadik revela el orgullo que Dios siente por el pueblo judío -como resultado de lo cual se manifiesta la voluntad que se encuentra detrás de toda la creación- se revela entonces el temor y el amor a Dios. 15 Jeshvan 3. La persona debe saber que Dios se enorgullece incluso del más pequeño de los judíos. Incluso un pecador judío, mientras siga siendo llamado “judío”, tiene su propia belleza individual, de la cual Dios se enorgullece. Por lo tanto, está prohibido que la persona desespere de Dios - aunque haya cometido grandes males y haya producido tremendos daños, Dios no lo permita. Pues ni siquiera así Él le retirará Su afecto y aún podrá por lo tanto retornar a Dios. Lo más importante es el hecho de que los hombres de verdad -debido a que son capaces de encontrar el bien y la belleza incluso en el más pequeño de los judíos- pueden hacer que todo retorne a Dios. 4. Es indudable que todos temen y tiemblan ante la presencia de un rey. Pero en el cumpleaños del rey, cuando él lleva sus vestimentas más hermosas [literalmente, sus “vestimentas de orgullo”], ese temor se revela más aún - dado que ver algo afecta a la persona más profundamente que el solo hecho de saber de ello. La revelación del orgullo, que es también la revelación del temor, lleva a su vez a la revelación de la voluntad y del amor. Porque es la manera del rey el que en sus cumpleaños lleve las vestimentas más hermosas y que un gran temor se apodere de sus súbditos, que todos tiemblen y se inclinen a sus pies. Subsecuentemente, el rey le revela su voluntad a cada persona y le da regalos de acuerdo a su posición y a la voluntad del rey y al amor que siente por ella. Esta última etapa corresponde al amor. Pues inicialmente, al revelarse el orgullo y el esplendor del rey, se apodera de todos el miedo y el temor. Pero más tarde, cuando la gente percibe la buena voluntad del rey y lo cerca que él se siente de cada persona, todos se allegan a él y lo aman. Cuando el Tzadik revela el orgullo que Dios siente por el pueblo judío, ello es análogo al cumpleaños del rey, a la coronación real - en otras palabras, al nacimiento del Reinado de Dios. Pues el Reinado de Dios sólo se sustenta en el pueblo judío que acepta Su Reinado, dado que “No hay rey sin una nación” [en otras palabras, si no hay alguien que Lo obedezca, Dios no es un Rey]. Así, en la coronación del rey -es decir, cuando hay una revelación del orgullo que Dios siente por el pueblo judío- en ese momento, especialmente, la persona que ve al rey se siente profundamente emocionada y el temor al rey se revela y se apodera de cada uno, incluso de los ángeles Celestiales. Al revelar ese orgullo, los Tzadikim también revelan la voluntad de Dios en cada una de las cosas. De acuerdo a ello, en la coronación del rey -que corresponde a la revelación del orgullo- también se revela la voluntad de Dios. Pues subsecuentemente, el rey le revela su voluntad a cada persona, distribuye regalos y honra a cada uno de acuerdo con su voluntad. Ello corresponde a la revelación del amor. Se comprende entonces que el temor y el amor a Dios son provocados por el Tzadik que revela ese orgullo. 16 Jeshvan 5. Si el temor y el amor a Dios están ocultos para la persona, ello se debe a que la luz del Tzadik -de la cual se recibe el temor y el amor a Dios- se ha oscurecido para ella. Aunque el Tzadik irradia luz en todos los mundos, y más aún en este mundo, sin embargo, el Tzadik no brilla para esa persona debido a la gran oscuridad que la rodea. Aunque la persona se encuentre en presencia del Tzadik y esté sentada precisamente a su lado, será incapaz de saborear, de comprender y de ver la gran luz del Tzadik, mediante la cual merecería llegar al bien eterno. 6. Todo ello es consecuencia de las malas acciones de la persona, debido a las cuales su intelecto se ha oscurecido con la insensatez o más específicamente, con ideas confusas. Pero esa persona cree que es sabia y alberga cuestionamientos sobre el verdadero Tzadik. Pero todas esas falsas opiniones, cuestionamientos e ideas confusas no son más que absoluta estupidez y locura. Lo que sucede es que la impureza de sus acciones le ha oscurecido el intelecto con ese desatino. Consecuentemente, la luz del Tzadik le está oculta y por ello no siente temor ni amor a Dios. 7. Al comer de la manera apropiada -es decir, al comer lentamente y con moderación, no atiborrándose de comida- se realza el intelecto y se suprime la insensatez. Pero si se come como un glotón y se bebe como un borracho, se fortalece el poder de la insensatez sobre el intelecto. Entonces la luz del Tzadik se le oscurece y la persona es incapaz de recibir de él el temor y el amor a Dios. 8. Los prosélitos se generan debido a la caridad dada a los verdaderos Tzadikim y a las personas pobres y rectas. Ello a su vez corrige el daño producido por un comer inapropiado y de esa manera el intelecto llega a la perfección y se rectifica. Como resultado, la persona merece ver la luz del Tzadik y recibir de él el temor y el amor a Dios. 9. La caridad que se les da a los verdaderos Tzadikim y a las personas pobres y rectas es considerada como caridad dada a muchas personas, a muchas almas judías. 17 Jeshvan 10. La caridad que se le da a un verdadero estudioso de Torá aumenta y expande el concepto de “aire claro y tranquilo”. Entonces, cuando la persona que sabe cómo hablar con “un habla judía” -es decir, un habla sagrada- emite sus palabras, ellas se inscriben y se graban en el aire, salen y son oídas a la distancia. Esas palabras se inscriben en los libros de los gentiles, en la escritura de cada país. Debido a ello los gentiles encuentran en sus libros conceptos que contradicen su fe y consecuentemente se convierten al judaísmo. Se han contado historias sobre muchos prosélitos que se convirtieron debido a ello, y todo como resultado de este fenómeno. 11. Pero, ¿por qué son precisamente esos individuos los que encuentran ideas que contradicen su fe y son llevados a reconocer la fe judía, mientras que otros no encuentran nada? Debes saber que ello se debe al bien -es decir, a las partes de las almas judías- que los gentiles retienen cautivo. Pues como resultado de los decretos [antijudíos] de los gentiles, de los impuestos y demás, ellos retienen el bien del pueblo judío al impedir que los judíos cumplan con las mitzvot de Dios. Ese bien que impiden llegar a la existencia es así “retenido cautivo” en su dominio. Al comienzo de su cautiverio ese bien recuerda que proviene de un lugar muy elevado y exaltado. Sin embargo, más tarde, los gentiles abruman a ese bien y lo suprimen dentro de su dominio, hasta que es capturado y encadenado a ellos y olvida su verdadero y exaltado nivel. Pero cuando el “habla judía” sale y queda inscrita en los libros de los gentiles, ese bien la descubre allí en la forma de ideas que contradicen la fe de los gentiles. Entonces, el bien rememora su verdadero nivel y recuerda cómo cayó desde un lugar extremadamente santo y exaltado - en otras palabras, reconoce que está compuesto por partes de las almas judías debido a las cuales todos los mundos llegaron a la existencia, que el Santo, bendito sea, consultó con las almas judías para crear el mundo y que las almas del pueblo judío se encuentran por sobre todos los mundos. Sin embargo, ahora está cautivo en semejante exilio, enfrentando quizás la aniquilación y la destrucción, Dios no lo permita. Ese bien comienza a lamentarse, a añorar y a sentir piedad de sí por haber caído desde un lugar tan elevado hacia semejante abismo. Como resultado, retorna y vuelve hacia la santidad. Y todo ello se logra mediante la caridad que se le da a un verdadero estudioso de Torá. 12. A partir de esto, cada persona puede comprender cuánto necesita apiadarse de sí, al recordar la elevación de su innata raíz espiritual. Debe decirse a sí misma, “Yo provengo de la simiente del pueblo judío, que se encuentra por sobre todos los mundos y que fue el ‘primer pensamiento’ de Dios [cuando decidió crear el mundo]. ¡En qué estado tan degradado me encuentro ahora! Y, Dios no lo permita -¡Dios no lo permita!- ¿quién sabe qué me depara el futuro? Pues el Malo quiere destruirme, Dios no lo permita”. De esa manera, la persona tendrá piedad de sí y se ocupará de retornar a Dios. 18 Jeshvan 13. Pero ese bien aún se encuentra muy apegado y unido a los gentiles. Consecuentemente, al comenzar el retorno hacia su lugar, el bien también arrastra consigo algo del mal de los gentiles. Ese fenómeno se manifiesta en la forma de los prosélitos que llegan a convertirse. Ellos representan el mal que fue arrastrado por el bien, cuando éste retornó hacia su lugar. Pues, debido a la gran unión que lo mantuvo conectado y apegado a ese lugar, fue imposible que el bien retornase solo e inevitablemente arrastró también consigo algo del mal - y ese mal llega con los prosélitos. 14. Sin embargo, debes saber que a veces cuando el mal ve que el bien está añorando y deseando retornar a su lugar, los gentiles lo abruman aún más y lo llevan hacia un ocultamiento todavía mayor - más específicamente, lo llevan hacia los ámbitos más internos de sus pensamientos. En otras palabras, comienzan a pensar sobre ese bien, lo que lo lleva hacia un ocultamiento más profundo dentro de los ámbitos más internos de sus mentes. Más tarde, ese bien emerge en la forma de los hijos o descendientes de esos gentiles. Pues ese bien está encerrado y oculto en los ámbitos más internos de sus pensamientos y de sus mentes, origen del proceso de la reproducción. [La simiente se origina en el cerebro y luego desciende hacia los órganos de la reproducción (Zohar Jadash 15a; ver también más arriba, Lección #7).] Ese bien emerge consecuentemente en la simiente pues el mal en sus descendientes no tiene ya la fuerza como para vencer al bien dentro de ellos. Así, el bien emerge a través de esos descendientes y ellos se vuelven prosélitos. 15. La revelación de la luz del Tzadik -mediante la cual la persona merece saber sobre él y comprender, saborear y percibir su gran luz- depende del nivel de perfección de las acciones de la persona y de la purificación de su intelecto. Los instrumentos de la acción son los factores más importantes y son los responsables del embotamiento de la mente y del intelecto, dado que una acción impropia debilita y arruina el intelecto, Dios no lo permita. El principal camino para rectificar esos instrumentos de la acción es la caridad, que depende de la “acción”, tal cual está aludido en el versículo, “Y el acto de caridad trae paz” (Isaías 32:17). Mediante la caridad también se perfecciona la luz del intelecto y la persona se hace digna de percibir la luz del Tzadik y de recibir de él el temor y el amor a Dios. 19 Jeshvan 16. Los daños al altar se corrigen mediante los prosélitos. Pues todo el poder que tiene la idolatría proviene de los daños en el altar - es decir, de las chispas sagradas del altar que cayeron hacia los lugares de idolatría. Cuando el prosélito abandona su propia fe y sigue la fe judía, subyuga a la idolatría que proviene de los daños en el altar y las chispas de las partes del altar retornan a su lugar. Entonces, el altar -que se asemeja a la mesa de la persona (Berajot 55a)- vuelve a estar libre de defecto alguno; en otras palabras, la persona merece comer con la santidad apropiada.
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